viernes, 23 de mayo de 2014
La historia de Giges-Heródoto
Candaules fue el
último rey de la Dinastía de Heraclidas, perdió su reino de una manera singular.
Cuenta la historia que el rey tenía un fiel guardián
llamado Giges al cual le consultaba sobre todo, aquellas cuestiones más
importante o transcendentales del reino. Un día el rey empeñado y haciendo uso
de su poder quería convencer y demostrar
a su guardián lo hermosa que era su mujer, lo afortunado que era, era tan
hermosa que no se podía describir con palabras y para ello lo mejor sería que
se la mostrará tal cual “desnuda”, sólo así podía comprobarlo.
Giges acepto a ir
al dormitorio y escondido espero a que la reina se desnudará después abandono la habitación sigilosamente
pero la reina se dio cuenta de que era
observada y a la mañana siguiente llamo a Giges y le planteo que ya que había observado su desnudez y
deshonrado su persona sólo tenía dos opciones: ser su marido y arrebatarle el reino al rey o entregar su vida por la ofensa cometida
y así quedar en paz.
Giges, viéndose
acorralado decido matar al rey una vez
durmiera y a la vez se apoderó de su reino apoyado y confirmado por el Oráculo, no obstante la
Pitia (Pitonisa) dijo que los Heraclidas se vengaría de esto en su quinto
descendiente.
A Giges se
enfrenta a varios dilemas morales dependiendo del interlocutor.
El primero es cuando el rey le plantea ver a la reina
desnuda, él sabe que eso no está bien y no es lo correcto pero a la vez le debe
obediencia al rey, es su señor y él su vasallo, tiene que estar sometido y su
autoridad está por encima de su creencia de lo bueno o lo malo.
La segunda es
durante la conversación con la reina ésta, abusando de su situación e
información (que es poder) le obliga a
tomar una decisión: matar o morir. Giges sabe que el rey confiaba en él, era su
señor pero su instinto de supervivencia
siempre escogerá matar, era el rey o él,
el reino es un incentivo
secundario.
La reina también tiene su dilema personal sabe que el pedir a
alguien que se quite la vida o en su defecto que se la quite a otro no era lo correcto la vida estaba en manos de
los Dioses , ellos decidían el destino
de los mortales pero su humillación y decepción ante el rey /el hombre le superaba
.
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